Una aventura en el camino
cobraiison
10/24/20242 min leer


Ella, una apasionada de las motos deportivas, se deslizaba con facilidad por la curva de la carretera, sintiendo la brisa del viento en su cabello. La adrenalina le corría por las venas mientras disfrutaba de cada curva y esquinas de la montaña. De repente, vio a un militar en el arcén, mirándola con ojos seductores.
Ella lo ignoró y continuó su camino, pero no pudo evitar sentirse observada. Al volver la vista, vio al militar aún allí, esperándola. Ella se detuvo su moto y bajó, acercándose a él.
Él se llamaba Jack, un hombre fuerte y apuesto, con una sonrisa galante. Le hizo una proposición: una carrera hasta el próximo desvío, ganando el derecho a una noche de pasión. Ella aceptó, y así comenzaron a correr por la carretera.
La competencia fue intensa, pero ella demostró ser una competidora valiente y habilidosa. Al llegar al desvío, Jack la esperaba con una sonrisa burlona. Juntos se detuvieron sus vehículos y se acercaron a encontrarse.
La tensión sexual era palpable entre ellos. Jack la miró con ojos de deseo mientras ella se acercaba. Él le puso las manos en los hombros y la besó con pasión. La lengua de ambos se encontraron, intercambiando jadeos y gemidos.
Después del beso, Jack la llevó a un área tranquila y privada. Allí, se desvistieron lentamente, revelando cuerpos atléticos y perfectos. Él la llevó hasta una piedra plana, donde ella se sentó, mirándolo con expectación.
Jack se acercó a ella, metió una mano entre sus piernas y la encontró húmeda y preparada. Con su otra mano, hizo un movimiento rápido y penetró en ella. Ella soltó un grito de placer mientras él comenzó a moverse con fuerza.
El sexo fue intenso y apasionado. Ella se aferró a él, sintiendo cada movimiento, cada embestida. Él le dio vuelta, y ella lo montó, controlando el ritmo y la fuerza. Juntos llegaron al clímax, gritando de placer y pasión.
Después del sexo, se quedaron abrazados, recuperándose del éxtasis compartido. Ella se sintió liberada y viva, sintiendo que había encontrado algo especial en esa aventura. Jack se alejó, dejándola allí, con una sonrisa en el rostro, saboreando el recuerdo de la noche perfecta.